No existe una solución única. Ni la publicación de una nueva en el espacio más destacado del medio más importante, ni un post exitoso en las redes sociales. Todo comunica. No es una cuestión de medios, ni de mensajes, ni de idiomas. Lo que marca la diferencia está en la estrategia. Y en la coherencia de la estrategia con cuatro factores:

– el posicionamiento inicial ante el público objetivo
– la realidad operativa
– el lugar en el mercado
– la visión

El equipo de Orestes Comunica cuenta con casi 20 años de experiencia en el diseño de estrategias de comunicación en diferentes países y sectores. Y con objetivos y audiencias muy diferentes: desde las audiencias de la comunicación financiera, tan limitadas y tan trascendentales para algunas empresas, hasta las audiencias masivas de empresas que gestionan servicios públicos para millones de clientes en entornos empresariales altamente regulados.

No dejamos de aprender, porque casi todo ha cambiado. Pero hay algo que no cambia: la comunicación de una organización sigue siendo una cuestión de escuchar, de hablar, de medir, de corregir, de innovar, de sorprender. Y debe basarse en una narrativa sólida y coherente.

Es a partir de la historia que una organización proyecta su personalidad al relacionarse con su entorno. El modelo de comunicación muchos a muchos que nos ha traído la Sociedad de la Información nos obliga a diversificar nuestras acciones, tácticas, formas de establecer relaciones con cada uno de nuestros públicos: prescriptores, clientes finales, grupos de interés, proveedores, etc. Pero también impone una regla esencial: una estrategia única y una narrativa única, un discurso único, coherente con la realidad y plenamente alineado con la estrategia general de la organización.

Así entendemos nuestro trabajo en Orestes Comunica. La diferencia no está en la elección del soporte, no es entre un comunicado de prensa, un evento que nos permite compartir información y opiniones con audiencias interesadas, o un post como este. La diferencia está en la estrategia. Y en la historia. Eso debe ser único. También basado en la escucha. Pero inexpugnable.

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